No maten al mensajero...

La moral hoy está desprestigiada. Se la llama peyorativamente "moralina", y a quienes la defienden se los acusa de retrógrados e inmediatamente se les retiran todos los micrófonos.
Y si bien el ataque externo es muy fuerte, la debilidad también es interna, ya que muchos han querido defender la moral desde una forma de soberbia, mal llamada "autoridad moral".
El autor de este blog habla de moral sin autoridad moral, sino desde su lucha cotidiana contra sus debilidades, pasiones insanas, y flaquezas espirituales.
La moral está por encima de todos nosotros. Es nuestra labor cotidiana el elevarnos hacia ella, y no intentar bajarla a nuestra (aún) mediocre altura.



viernes, 25 de junio de 2010

Próximo objetivo: La adopción.

Hace tiempo descubrí una técnica que me permite descubrir/evitar cierto tipo de manipulaciones. Consiste, simplemente, en "saltar al final". Si intuyo que un libro, o una película, o un discurso, o lo que sea, está queriendo llevarme hacia algún lugar al cual no estoy muy seguro de querer ir, me salteo toda "la parte del medio" y voy directamente al final. Muchas veces los argumentos aparentemente mesurados, racionales, y sutiles del principio son frecuentemente abandonados hacia el final, en donde ya se usa "munición gruesa" que no hubieramos aceptado sin haber sido "preparados".

De eso me acordé al leer - el principio y el final - del siguiente artículo:

Why gay parents are good parents

http://edition.cnn.com/2010/OPINION/06/24/chrisler.gay.parents/index.html


PS: Interesante la referencia a que los niños "normales" leen a "Harry Potter"... Pero ese tema quedará para otro posteo.

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