No maten al mensajero...

La moral hoy está desprestigiada. Se la llama peyorativamente "moralina", y a quienes la defienden se los acusa de retrógrados e inmediatamente se les retiran todos los micrófonos.
Y si bien el ataque externo es muy fuerte, la debilidad también es interna, ya que muchos han querido defender la moral desde una forma de soberbia, mal llamada "autoridad moral".
El autor de este blog habla de moral sin autoridad moral, sino desde su lucha cotidiana contra sus debilidades, pasiones insanas, y flaquezas espirituales.
La moral está por encima de todos nosotros. Es nuestra labor cotidiana el elevarnos hacia ella, y no intentar bajarla a nuestra (aún) mediocre altura.



viernes, 4 de junio de 2010

La increíble capacidad para acostumbrarnos (a lo bueno y a lo malo)

Si algo pudiera desear conseguir con este blog sería mantenerlo el tiempo suficiente como para mostrar de qué manera se nos están imponiendo gradual, casi imperceptiblemente, ideas y costumbres que nosotros mismos hubiéramos rechazado con disgusto años atrás.

La siguiente es una parábola bastante conocida, no obstante, los invito a reflexionar sobre ella a la luz de lo que se expone en este blog:

La parábola de la rana hervida


"Si ponemos una rana en una olla de agua hirviente, inmediatamente intenta salir. Pero si ponemos la rana en agua a la temperatura ambiente, y no la asustamos, se queda tranquila. Cuando la temperatura se eleva de 21 a 26 grados, la rana no hace nada, e incluso parece pasarlo bien. A medida que la temperatura aumenta, la rana está cada vez más aturdida, y finalmente no está en condiciones de salir de la olla.

Aunque nada se lo impide, la rana se queda allí y se cocina. ¿Por qué? Porque su aparato interno para detectar amenazas a la supervivencia está preparado para cambios repentinos en el medio ambiente, no para cambios lentos y graduales."

(Tomado de: http://www.gestiopolis.com/canales5/comerciohispano/64.htm)

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