No maten al mensajero...

La moral hoy está desprestigiada. Se la llama peyorativamente "moralina", y a quienes la defienden se los acusa de retrógrados e inmediatamente se les retiran todos los micrófonos.
Y si bien el ataque externo es muy fuerte, la debilidad también es interna, ya que muchos han querido defender la moral desde una forma de soberbia, mal llamada "autoridad moral".
El autor de este blog habla de moral sin autoridad moral, sino desde su lucha cotidiana contra sus debilidades, pasiones insanas, y flaquezas espirituales.
La moral está por encima de todos nosotros. Es nuestra labor cotidiana el elevarnos hacia ella, y no intentar bajarla a nuestra (aún) mediocre altura.



miércoles, 14 de julio de 2010

Sobre el contenido de este blog...

Releyendo un poco el contenido de este blog veo con cierta tristeza que en varias ocasiones la frustración frente al engaño y los ataques de un sector, aunque reducido, sumamente bullicioso me han llevado a escribir lindando con el cinismo y la ironía. Quienes me conocen en persona saben que no es algo que me cueste mucho.

No obstante, hace ya bastante tiempo me he propuesto no hacer humor con este tema (siendo el humor uno de mis hobbies más apreciados) por respeto a aquellas personas que tienen tendencias homosexuales y no tienen por qué ser tomadas en broma.

Espero que, más allá de cómo haya dicho algunas cosas, se entienda que mi finalidad siempre ha sido y será ayudar a esas personas a ser verdadera y completamente felices.

Será evidente, también, que creo que el camino que muchos han emprendido es un engaño que no los conducirá nunca hacia esa verdadera felicidad.

Ojalá algún día esa búsqueda los conduzca en la dirección correcta.


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