- Todos tenemos debilidades.
- Debemos saber diferenciar entre nuestras debilidades y nuestras características.
- Las debilidades, si cedemos a ellas, nos dañan a nosotros, y a la Sociedad.
- Es nuestra responsabilidad luchar día a día contra nuestras debilidades. No es una elección, ni una opción.
- Luchar contra las debilidades nos requiere esfuerzo, sacrificio, abnegación, templanza, y a veces nos produce mucho dolor. (Al igual que la mayoría de las cosas que valen la pena en este Mundo).
- Luchar contra las debilidades es lo que nos hace progresar individualmente como Seres Humanos, y en conjunto como Humanidad.
- Es un gravísimo error definirnos por nuestras debilidades.
- Si nos definimos por nuestras debilidades, dejamos de luchar, y ya perdimos la batalla.
- Si dejamos de luchar, desalentamos y debilitamos a quienes continúan luchando.
- Si no podemos luchar solos contra nuestras debilidades debemos pedir ayuda.
- Tenemos la responsabilidad de ayudarnos unos a otros en la lucha contra nuestras debilidades, pero no de aceptarlas, y aún menos de ensalzarlas.
- Nuestras debilidades no nos convierten en minorías.
- Nuestras debilidades no nos generan derechos.
- Presentar una falsedad como verdad muchas veces puede convencer a todos, pero no la convierte en una verdad.
Por último. Sé de lo que hablo. Yo también sufro por mis debilidades. Algunas creo que son evidentes, y otras quizás no tanto. Cada día de mi vida lucho y me esfuerzo por no ceder a ellas. Lo hago por mí, por mi familia, y por vos.
Sé que vos también tenés tus debilidades. Si vas a luchar contra ellas, aquí tenés a un compañero que va a hacer lo que pueda por ayudarte. Si vas a ceder a ellas, o incluso levantarlas como una bandera, no me queda más que entristecerme por vos, por mí, y por nuestra Sociedad.
Espero que, por esta vez, lo que digo no te cause gracia.
"Demasiado descontento consigo mismo es debilidad, mas demasiada satisfacción es necedad." -de Sable
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